Estuve en Irlanda en Octubre de 2008, es un país muy bonito y estupendo para recorrerlo en coche, ya que está todo bastante cerca. Te puedes preparar tú mismo rutas estupendas y qué puedes recorrer tranquilamente disfrutando de los paisajes, de sus pubs, de sus castillos, de sus gentes, de su comida, de todo en general, ya que hay muchas cosas para disfrutar allí. Como todos los años, antes del verano ya empezamos a prepararnos el viajecito de Octubre. Empezamos a mirar sitios a los cuales se llegue en vuelo directo desde Málaga para no perder mucho tiempo en transbordos, esperas en aeropuertos, etc. Estuvimos mirando varias posibilidades y, finalmente nos decidimos por Dublín, ya que tenía muy buena combinación de horarios. El viaje lo solemos hacer de Jueves a Domingo, así que hay que aprovechar el tiempo a tope. En este viaje decidimos alquilar un coche para poder recorrer más sitios. Empecé a buscar toda la información que pude por internet, para hacernos un planning de los sitios que queríamos visitar. Llegamos al aeropuerto de Dublin, y allí recogimos el coche. Me tocaba a mí conducir por la izquierda, qué horror!!! jamás lo había hecho, pero bueno como soy valiente, me monté en el coche y adelante...... Habíamos alquilado una guest house, se llamaba Cherrybrook Country Home, preciosa casa en un pueblecito encantador llamado Avoca, que está en el Condado de Wicklow. Finalmente, después de conducir por caminos estrechos llenos de plantas y arboles por todos lados, llegamos a nuestro destino; la verdad, que pensabamos que no llegaríamos, pero al final siempre llegamos a todos los sitios. En el pueblo no había ni un alma por la calle, entramos en un pub que vimos y allí pedimos de cenar. Estos irlandeses te ponen una barbaridad de comer, unos platos enormes, con carne, patatas, etc... Cuando terminamos de cenar, nos fuimos a encontrar la casita, y allí nos esperaba Bernie, que es la dueña de la casa, una irlandesa con voz estridente, pero muy amable.. A la mañana siguiente nos levantamos y ya, con la luz del día, se ven las cosas diferentes, la casa era muy bonita y Bernie, la tenía muy bien acondicionada, rodeada de campo por todos los lados, era justo lo que buscábamos en Irlanda. Desayunamos y empezamos nuestro recorrido por este bonito país. Estuvimos por los alrededores y fuimos hasta Glendalough, un complejo con una abadía del siglo VI, rodeado de lagos y montañas, con rutas para recorrer..un sitio increible.. Otra zona que nos recorrimos y que nos gustó mucho fue la zona hacia el norte de Dublin, llegamos hasta Malahide. Es un pueblecito costero, donde se ve que va gente de posibles a veranear, un estilo a Marbella y Puerto Banús.. Se ve un pueblo muy bonito para el verano, con un puertecito precioso y unas casas superbonitas. La verdad que para pasar el verano no tiene que estar nada mal, aunque el día que fuimos hacía un frío y un vientazo. Estuvimos paseando por sus calles y fuimos hasta el Castillo de Malahide, que tiene unos jardines preciosos, pero no pudimos entrar ya que estaba cerrado. Después de un par de días recorriendo los alrededores de Dublín, nos fuimos a ver Dublín, aunque por el camino hicimos varias paradas, visitamos el Castillo de Trim. Precioso complejo arquitéctonico amurallado y a orillas del río Boyne. Nos recorrimos el pueblecito de Trim, aunque hacía un frío y nos caía una fina lluvia típica de Irlanda, que enseguida nos metimos en el coche y seguimos el camino. Por el camino nos encontramos con el Monasterio de Monasterboice, con su cementerio y sus cruces celtas, con un aire misterioso y encantador, rodeado de campos con sus vacas pastando. El sitio era alucinante.... Los dos días en Dublín también estuvieron muy bien, nos recorrimos toda la ciudad pateando, haciendo paraditas en sus pubs, que son muy acogedores y te ponen muy buena cervecita. La verdad, que el viaje a Irlanda es un viaje precioso, tranquilo, relajante y encantador, por sus gentes amables, sus paisajes, sus pubs. Otra cosa que me encantó de los irlandeses, es lo educados que son en la carretera, incluso que vean que los extranjeros vamos un poco perdidos por la izquierda, no te pitan ni te ponen nervioso, es algo que hay que agradecerles la verdad. Otra cosa que está muy bien en Dublín, y que en otras ciudades europeas te cuesta más trabajo encontrar es la zona de pubs nocturna, te vas a la zona de Temple Bar y está super animada, lo mejor es meterse en un pub típico irlandes y los ves a todos bebiendo cerveza y cantando y bailando... se pasa estupendo, me encantó el ambiente.
